lunes, 17 de noviembre de 2014

CONOCE A RISARALDA

CULTURA Y TRADICIONES DE RISARALDA

 
Entre el año 500 a.C. hasta el 1540 d.C. los indígenas habitaron principalmente en las zonas templadas. Vivían de la agricultura, la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres, insectos y caracoles. Cultivaron maíz, fríjol y batata.
Para evitar las avalanchas de tierra y la erosión, construyeron canales en el sentido de la pendiente para hacer fluir el agua. Después de varios años cambiaban de lugar sus sementeras y así dejaban descansar el suelo. Además extrajeron oro y sal, hilaban, tejían y trabajaban la arcilla y los metales. Parte de esta producción la utilizaban para intercambiar con grupos vecinos y lejanos.
Con la llegada de los españoles, los grupos indígenas fueron casi exterminados, debido a la persecución y esclavitud a la que estuvieron sometidos durante la Colonia. Muchos murieron por el efecto de las enfermedades que trajeron consigo los invasores. Hoy, apenas el 3% de la población del departamento es de origen indígena. Estos descendientes aborígenes habitan en el resguardo indígena embera chamí, en el municipio de Mistrató.
Aunque la cultura aborigen fue casi aniquilada, nombres como Tatamá, Mistrató, Anserma, Otún, Consota son palabras de origen indígena que dominan la geografía, bien sea para municipios, lagunas, ríos o valles.


EL CAFE
Desde su llegada al territorio, a mediados del siglo XIX, el café es el producto agrícola que simboliza la prosperidad de Risaralda. Sin duda, el principal producto que le da sustento a la economía local. En la actualidad, Risaralda cuenta con 66.000 ha de tierra cultivada en cafetales.
Este producto agrícola no sólo simboliza la riqueza departamental, es portador de una carga cultural que inunda a todas las poblaciones. Razón por la cual, al viajero siempre lo reciben con un tinto y una buena historia que lo obliga a sentarse y disfrutar de la bella panorámica que le ofrece la plaza principal de cualquier municipio risaraldense. Allí se nota que café es el nombre principal o, al menos, el acompañante de muchas fiestas, lugares, plazas, parques, bares, restaurantes, almacenes, hostales, empresas, etc.

LOS YIPAOS

Un caso curioso es la utilización del jeep Willys de la Segunda Guerra Mundial, para el transporte de carga y pasajeros. Estos vehículos llegaron al territorio en los años 50 para ayudar en la expansión de la producción cafetera quedándose arraigados en la cultura popular del departamento.
Es pintoresco admirar estos camperos que llevan todo tipo de carga, al igual que pasajeros. Es tal la penetración, que con el tiempo apareció la palabra yipao, que significa todo con lo que puede cargar un jeep: costales de café, enseres de una casa, animales y personas.

EL FOLCLOR

Los ritmos y aires musicales del territorio risaraldense quedaron delimitados y definidos en el siglo XIX. El compás de las gaitas y caracoles de los aborígenes se mezcló con el ritmo de los tambores africanos y la musicalidad de salón de la Europa monárquica del siglo XVI. Esta fusión de melodías dio origen al bambuco, la guabina, la danza y la contradanza.
Gran parte de la historia musical del departamento se escribió entre la calle 15 con carreras 6 y 7 de Pereira, en el famoso bar Páramo. Allí los músicos se reunían para ofrecer serenatas, creándose así toda una cultura del bambuco, el pasillo, el bolero y el vals, ritmos aún vigentes, pese a que el bar ya no existe.
El mayor representante del folclor risaraldense, y en especial del bambuco, fue Luis Carlos González, poeta y compositor. Algunas de sus obras son: Aguardiente de caña, Antioqueñita, La ruana, entre otros éxitos que aún hoy son recordados. Anualmente, los primeros días de noviembre se celebra en Pereira el Concurso Nacional del Bambuco, organizado por la Fundación Luis Carlos González.




LA INDUSTRIA

El departamento basa su comercio en la producción de los alimentos, bebidas, confecciones, textiles, madera y calzado. En Risaralda operan cerca de 1.800 industrias registradas que contribuyen al bienestar y desarrollo económico de la región, por ello, la actividad comercial es una tradición arraigada en los habitantes. Es común encontrar gente emprendedora iniciando o abriendo nuevos negocios.




EL ORO

La cultura Quimbaya, entre los siglos IV a.C y el XVI d.C, se caracterizó por el manejo y dominio de una de las técnicas avanzadas de la orfebrería en el continente americano. Los Quimbaya elaboraron los objetos en oro más destacados del patrimonio cultural que hoy identifica a los colombianos. Parte de estas obras se pueden apreciar en la colección del Museo del Oro de Bogotá y en el Museo del Oro Quimbaya, en la vecina ciudad de Armenia.
Para estos antiguos habitantes el metal era un elemento sagrado, pues creían que se relacionaba con la renovación de la vida, de ahí que acostumbraran a enterrar sus muertos con artículos fabricados en oro. La explotación minera de oro que se realiza en Quinchía, Mistrató y a lo largo de los ríos San Juan, Risaralda y Cauca influye en la economía departamental en no más del 2% del producto interno bruto.



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